lunes, 26 de octubre de 2015

REGRESANDO EN EL TIEMPO



REGRESANDO EN EL TIEMPO

El primer lugar que entrará en el nuevo año es Kiribati, una diminuta nación en medio del Pacífico que ocupa una superficie de 800 kilómetros cuadrados y donde viven 100 000 habitantes. Desde el año 2000, cuando se hizo famosa por convertirse en el primer sitio del mundo en saltar al siglo XXI.
Tras la república de Kiribati, el segundo lugar en saludar al año nuevo serán las Islas Chatham de Nueva Zelanda, otro pequeño archipiélago que se adelanta 45 minutos al resto de su país y, por su posición más oriental, tiene un huso horario distinto. Justo después de Nueva Zelanda, el primer lugar de Eurasia donde será año nuevo es la península rusa de Kamchatka. Pero las imágenes más populares del fin de año más precoz nos llegarán de Australia y sus ya tradicionales fuegos artificiales sobre la Opera de Sídney.
A continuación, Asia amanecerá a siguiente año, pero la mayoría de sus países, y sobre todo China, se reservarán hasta el 19 de febrero, el día del año nuevo lunar, que en esta ocasión es el de la cabra.
Los rusos serán los siguientes en adentrarse. Por obra y gracia de los husos horarios, una familia de Andalucía o Navarra se sentará a la cena de Nochevieja cuando la parte del globo que cae al este de la Península Ibérica lleve ya una buena fiesta. Y, por esa misma regla de tres, el fin de año de Madrid o Barcelona alcanzarán su plena efervescencia cuando en Nueva York, que está seis horas por detrás, estén preparando la mesa. Tras una noche de farra, cava y matasuegras, por supuesto vestida con ligas rojas para traer buena suerte, muchos españolitos se estarán tomando los churros con chocolate cuando el reloj de Times Square marque oficialmente la llegada año nuevo a EE.UU.
Pero aún faltarán tres horas hasta que alcance Los Ángeles, en la Costa Oeste, y cinco para que llegue a Hawái, el último lugar del mundo en celebrar la entrada del nuevo año junto a un puñado de islas del Pacífico. A esa hora, ya habrá pasado casi un día entero en Kiribati, donde serán las once de la noche y estarán a punto de entrar en el 2 de enero.
Así de interesante se torna el año nuevo,  por la diferencia horaria y  el cambio de fecha, puede ocurrir lo siguiente. Supón que estás en Tokio el 31 de diciembre, celebrando el fin de año, y al día siguiente, 1 de enero, abordas el avión para San Francisco, EUA. Vas a llegar cuando es 31 de diciembre en ese lugar, y podrás celebrar nuevamente la llegada del año nuevo.

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